El jazz inunda Madrid en noviembre
El Festival de jazz de Madrid llena el mes de noviembre de música con un centenar de conciertos que copan la programación del Conde Duque y el Teatro Fernán Gómez a los que se añaden el Círculo de Bellas Artes y los clubes de la ciudad. Quizá la mejor manera de empezar es por la exposición del fotógrafo Jean-Pierre Leloir (París, 1931-2010) que retrató a los grandes: Chet Baker, Ornette Coleman, Ray Charles, John Coltrane, Louis Armstrong, Rashan Roland Kirk, Don Cherry, Quincy Jones y Sarah Vaughan, entre otros. El lector pensará que todos han pasado a mejor vida excepto Quincy que se elevó a la categoría de productor de Michael Jackson, osea que también.
¿Quedan grandes del jazz en activo?. Un repaso por los entresijos del festival le responderá "sin ninguna duda": Ron Carter (día 10), Benny Golson (día 21) que acude a su refugio madrileño del Clamores para dejar claro que esto del jazz es una aventura que no se cuantifica por miles de espectadores y el gran compositor y saxofonista, al que Tom Hanks persigue en una película de Spielberg, sigue haciendo música entrañable.
El capítulo de cantantes siempre es uno de los caballos de batalla de cada festival, empezamos por la estupenda cubana Daymé Arocena (día 2) colaboradora de la canadiense Janne Bunnet. Otra promesa confirmada es Becca Stevens (día 4) que toca el ukelele y dicen que practica músicas inteligentes. Sheila Jordan (día 9) pertenece a la élite. Dee Dee Bridgewater (día 14) llega con un acercamiento al soul, pero no se dejen amilanar por la procedencia del repertorio, ella es una diva y lo sabe. Cyrill Aime (día 15) de la que sabemos que abandonó un concurso de la tele porque no estaba de acuerdo con el que manejaba los hilos.
Hay grandes figuras que ni siquiera aparecen como cabeza de cartel, así que tendremos la posibilidad de escuchar a Carla Bley y Steve Swalow en el combo del trompetista Dave Douglas (día 29). Entre las leyendas hay que sumar a "uno de los nuestros" Jorge Pardo , que vuelve con el trío con Tino Digeraldo y Carles Benavent (el día 23) y con el proyecto Djinn (el día 30). Músicos que son de arrimar el hombro al de al lado en lugar de poner su nombre en el currículo, así que parece que somos los últimos en enterarnos que Jorge comparte con Chick Corea cuando va por los Estados Unidos o nos encontramos un video viejo de Benavent tocando con Miles Davis y Quincy Jones o a Tino Digeraldo con Luz Casal, Jackson Browneo Tomasito.
No todo va de clásicos, también hay un puñado de vanguardistas por ahí, destacan Henry Texier (día 3), Steve Coleman (día 7), Uri Caine (día 8), Mostly Other People do the Killing (dia 10) asegura el programa que son los nietos de Ornette Colemanpero que ahora hacen swing, lo cual significa que no son de fiar a la hora de manejar las etiquetas.
Tampoco nos podemos fiar del lugar de procedencia para calificar bondades jazzísticas. Por ejemplo la música del maliense Vieux Farka Toure (día 7) es un blues que no parece de este planeta. El piano de Roberto Fonseca (día 11) sabemos que es cubano; el violín de Jean Luc Ponty (día 8) es francés, Malatu Astatke (día 14) de Etiopía, Anouar Brahim de Tunez, Melisa Aldana (día 18) chilena; Lila Downs (día 23) mexicana. Guillermo Mcgill (día 28) es uruguayo y flamenco. Ninguno de ellos se parece en nada, salvo que, quizás, podrían tocar juntos y que cada uno de ellos pondría el alma en el asunto. Y faltan un montón de nombres con músicas que ni siquiera podemos imaginar porque otro día sufrirán una metamorfosis como Moises P. Sánchez que anuncia su cambio de forma para el día 18 de noviembre.
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